Todos tenemos esa receta que solo con olerla nos lleva de vuelta a casa de nuestros padres o abuelos. La cocina casera tiene ese toque especial de recordar quiénes somos, de dónde venimos, y, por supuesto, de compartir mesa con quienes más queremos. Y aunque hoy en día vamos corriendo a todas partes, sentarnos a disfrutar de esos platos de toda la vida nos hace parar un poco el reloj. Por eso, en MiPlato queremos acercarte esas recetas clásicas que siempre echas de menos, listas para que las disfrutes en casa sin complicarte la vida.
Lentejas estofadas con chorizo ibérico
Si hay un plato que te lleva directamente a la cocina de tu madre, son las lentejas estofadas. Y si encima llevan chorizo ibérico, ya es otro nivel. Las nuestras llevan lentejas castellanas, verduras frescas (zanahoria, puerro, cebolla y pimientos), y un chorizo ibérico que da ese puntito ahumado que marca la diferencia. Todo cocinado sin prisas, como debe ser, para que el caldo quede sabroso y las lentejas melosas.
Ingredientes: Lentejas castellanas, chorizo ibérico, zanahoria, puerro, cebolla, pimiento rojo, pimiento verde, tomate, ajo, fondo de carne, aceite de oliva virgen extra, laurel y sal.
Preparación: Se rehogan las verduras picadas y el chorizo en aceite de oliva. Se añade el fondo de carne y las lentejas, y se deja cocer a fuego lento hasta que estén tiernas y el caldo espeso.
Fabes a la marinera
Directas desde Asturias, las fabes a la marinera son ese plato que parece magia: suaves, ligeras y con sabor a mar. Usamos fabes asturianas bien cremosas, un caldo marinero casero con cebolla, ajo, pimiento verde y rape. Lo genial es cómo el pescado se mezcla suavemente con las fabes para hacer un plato tradicional que sienta bien y gusta a todo el mundo, hasta a los que dicen que no comen legumbres.
Ingredientes: Fabes asturianas, rape, cebolla, ajo, pimiento verde, pimiento rojo, aceite de oliva virgen extra, vino blanco, perejil, laurel y sal.
Preparación: Se cocina un sofrito con las verduras, se añade el rape y se deja cocer todo junto con las fabes ya remojadas previamente. El guiso se cuece lentamente para que el marisco impregne todo el sabor.
Puchero
Esto sí que es un clásico de domingo en familia, ¿verdad? El puchero o cocido andaluz lleva lo mejor de siempre: garbanzos tiernos, patatas, zanahorias, judías verdes y carnes variadas (pollo, ternera y jamón). Todo en su caldito natural, concentrado de sabor pero ligero, para que recuerdes esos almuerzos en los que sobraba comida, pero nunca ganas de repetir.
Ingredientes: Garbanzos, patatas, zanahoria, judías verdes, pollo, jamón serrano, hueso de caña, tocino ibérico, morcillo de ternera, hueso blanco, fondo de carne, sal.
Preparación: Se cuecen los garbanzos con el surtido de carnes y huesos durante horas. A mitad de cocción se añaden las verduras y se continúa hasta obtener un caldo sabroso. Se sirve el caldo como primer plato y los sólidos como segundo.
Pollo al ajillo con patatas
El pollo al ajillo es de esos platos que te hacen pensar: ¿cómo algo tan sencillo puede estar tan rico? Cocinamos pollo fresco con aceite de oliva virgen, ajitos dorados y vino blanco, que queda jugoso y lleno de sabor. Acompañado con patatas panaderas crujientes, este plato es perfecto para cualquier día, especialmente cuando no tienes ganas de complicarte, pero sí de comer bien.
Ingredientes: Pollo, ajo, vino blanco, aceite de oliva virgen extra, sal, pimienta, patatas panaderas.
Preparación: Se fríe el ajo en aceite hasta dorar, se añade el pollo y se dora por todos lados. Se incorpora el vino y se deja reducir. Se acompaña de patatas panaderas al horno con sal y aceite.
Albóndigas en salsa de almendras
Las albóndigas nunca fallan, y si vienen con salsa de almendras, menos aún. Mezclamos carne jugosa de cerdo y ternera con una salsa suave hecha con almendras, cebolla, pan frito y vino blanco. Es la típica receta que con solo probarla piensas: «así sabía la comida en casa de la abuela».
Ingredientes: Carne de cerdo y ternera, ajo, perejil, huevo, pan rallado, sal, pimienta, almendras, pan, cebolla, vino blanco, aceite de oliva virgen extra.
Preparación: Se forman las albóndigas con la mezcla de carnes y condimentos. Se fríen ligeramente y se cuecen en una salsa hecha con almendras fritas, cebolla, pan y vino blanco.
Crema de calabacín
Esta crema es la prueba de que lo simple también puede ser delicioso. Calabacines frescos, patata, cebolla y un poquito de nata para conseguir esa textura suave que gusta tanto. Puedes añadirle unos picatostes crujientes o un chorrito de aceite de oliva por encima, y tendrás una cena rápida y reconfortante que gusta a todos, grandes y pequeños.
Ingredientes: Calabacín, cebolla, patata, fondo vegetal, nata, aceite de oliva virgen extra y sal.
Preparación: Se sofríe la cebolla, se añade el calabacín y la patata en trozos. Se cubre con caldo vegetal y se deja cocer. Se tritura todo con un poco de nata hasta conseguir una crema suave.
Croquetas caseras de puchero
¿Existe alguien que no adore unas buenas croquetas? Estas croquetas de puchero están hechas como siempre, con la carne del cocido bien mezclada en una bechamel cremosa. Las doramos hasta que queden perfectas por fuera y cremosas por dentro. Ideales para picar algo o cenar ligero, eso sí, aviso: ¡una nunca es suficiente!
Ingredientes: Bechamel casera (leche, harina, mantequilla, sal, nuez moscada), carne del puchero (pollo, jamón), cebolla, aceite de oliva.
Preparación: Se cocina la bechamel con cebolla y la carne del cocido picada. Se deja enfriar, se forman las croquetas, se rebozan en huevo y pan rallado y se fríen hasta dorar.
Arroz con verduras de la huerta
Este arroz tiene sabor a huerto. Zanahoria, judías verdes, calabacín, pimiento rojo y verde cocinados despacito con arroz largo en caldo de verduras. Es una receta ligera, pero llena de sabor, para esos días que quieres algo sano sin renunciar a disfrutar de una comida casera auténtica.
Ingredientes: Arroz, calabacín, pimiento rojo, pimiento verde, cebolla, zanahoria, tomate, ajo, aceite de oliva virgen extra, caldo de verduras, sal.
Preparación: Se hace un sofrito con todas las verduras picadas, se añade el arroz y se rehoga. Se incorpora el caldo de verduras y se cuece a fuego medio hasta que el arroz esté tierno y el líquido absorbido.
En definitiva, estas recetas de siempre son mucho más que comida, son pedacitos de recuerdos que llenan el alma tanto como el estómago. Por eso en MiPlato queremos seguir manteniendo vivas estas tradiciones, llevándote los sabores que echas de menos directamente a tu mesa, listos para disfrutar sin esfuerzo.
Fundador de Bodegas Mezquita, Miplato.es, Método Gas y CongresosDigitales.com. Mentor en la EOI y Andalucía OpenFuture.