La fruta aporta agua, vitaminas, minerales, fibra y distintos tipos de compuestos que son beneficiosos para el organismo. También poseen poder antioxidante y previenen el envejecimiento prematuro.
Beber al menos dos litros de agua al día ayuda a que se mantenga el equilibrio de fluidos corporales. Esto hace que se transporten mejor los nutrientes, se regule la temperatura del cuerpo, se lubriquen las articulaciones y se digiera mejor la comida.
Los frutos secos son una gran fuente de fibra y ayuda a reducir el colesterol. Estos nutrientes prevén la aparición de diabetes y ayudan a detener la aparición de placas en las arterias.
La ingesta de verduras aporta vitaminas, sales minerales, antioxidantes y fibra. Lo mejor es que es baja en calorías, siendo un complemento perfecto para nuestras dietas.
El aceite de oliva disminuye el colesterol malo, beneficia el control de la hipertensión arterial, reduce la aparición de trombosis y previene de la diabetes.