Por ejemplo, la carne de ternera, de pollo y de toro. Sus principales ventajas es que son muy asimilables por el organismo (lo que ayuda a fortalecer los músculos) y son una estupenda fuente de vitaminas, aminoácidos y minerales como el hierro, el zinc y el fósforo.
Un alimento básico para el desarrollo muscular, muy rico en minerales y en vitaminas A, B, D y E y con efectos muy positivos en el sistema circulatorio.
La ingesta de frutas, al menos 3 piezas al día, es fundamental para deportistas de cualquier nivel òr ser un saludable fuente de hidratación, contribuir a la eliminación de toxinas y a aumentar la sensación de saciedad, con lo que se regula el apetito y el peso corporal.
El agua es la base de la vida y todos deberíamos consumir, al menos, 2 o 3 litros al día. En el caso de los deportistas la necesidad de hidratación aumenta y es recomendable, al menos, medio litro antes y después del ejercicio.
Aunque las proteínas son las mejores aliadas de nuestros músculos, no se puede dejar de lado la ingesta de carbohidratos, que podrían definirse como el combustible de nuestro organismo. Estos nutrientes aportan una gran energía, contribuyen a un correcto funcionamiento del intestino y favorecen la recuperación muscular después de un intenso ejercicio.